CENÁCULO SAGRADA FAMILIA
ROSARIO A LA VIRGEN MARÍA
15 PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A QUIENES RECEN EL ROSARIO
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Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario.
Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:
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Aquellos que recen con fe el Rosario recibirán gracias especiales.
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Prometo mi protección y las gracias más grandes a quienes lo recen.
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El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
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Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanalidades, los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
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El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
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Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá las desdicha, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
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Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
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Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
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Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
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Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
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Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
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Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
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Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
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Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
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La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
EL SANTO ROSARIO
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T: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
PETICIONES
Ofrecemos este Rosario por...
T: Abre Señor mis labios, para alabar tu nombre y el de Tu Santa Madre.
T: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y redentor mío, por ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. Quiero y propongo firmemente confesarme a su tiempo. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Y confío en que en tu bondad y misericordia infinita, me los perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender. Amén.
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G: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
G: Envía tu Espíritu Creador.
R: Y renueva la faz de la Tierra.
G: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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CREDO
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Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la Tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día, resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha
de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los Santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
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ORACIONES AL ÁNGEL DE LA PAZ
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Dios mío yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por todos los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la Tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de nosotros los pobres pecadores. Amén.
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OFRECIMIENTO DEL ROSARIO
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LUNES - Para que la voluntad de Dios sea el principio y el fin de todos los hombres.
MARTES - Por la santificación de todos los sacerdotes y consagrados.
MIÉRCOLES - Por la unidad de la Iglesia y la Paz del mundo entero.
JUEVES - Por la Salvación y la Conversión del género humano.
VIERNES - Por las almas benditas del Santo Purgatorio.
SÁBADO - Por el pronto triunfo del Corazón Inmaculado de Nuestra Madre Celestial.
DOMINGO - Por el Reinado del Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, en todas las familias.
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LAS ORACIONES DEL DECENARIO
(Cada misterio incluye un Padre Nuestro, diez Avemarías, un Gloria, una jaculatoria a María y la Oración de Fátima)
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G: Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
R: Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
G: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre: Jesús.
R: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores; ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
G: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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G: María, Madre de Gracia y Madre de Misericordia.
R: En la vida y en la muerte ampáranos, Gran Señora.
TODOS: ¡Oh Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, socorre especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
G: Sagrado Corazón de Jesús,
R: En ti confío.
G: Inmaculado Corazón de María,
R: Inunda a toda la humanidad con las gracias de Tu Llama de Amor.
G: Amado San José: haz crecer en mi la fe, que en ella encontraré esperanza y caridad.
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MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y Sábado)
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El anuncio del arcángel y la encarnación del Hijo de Dios. «Entonces María dijo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”». (Lc 1, 38)
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La visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel. «Se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa a una ciudad de Judá y entrando en casa de Zacarías, saludó a Isabel». (Lc 1, 39-40)
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El nacimiento del Niño Jesús en el portal de Belén. «Y María dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre». (Lc 2, 7)
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La presentación del Niño Jesús en el Templo. «María y José llevaron a Jesús a Jersualén para presentarlo al Señor». (Lc 2, 22)
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El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo. «Después de tres días lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los doctores». (Lc 2, 46)
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MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
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El bautismo de Jesús en el Jordán. «Una voz que salía de los cielos dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”». (Mt 3, 17)
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La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná. «Cristo transformando el agua en vino, abre el corazón de los discípulos a la fe, gracias a la intervención de María». (Jn 2, 1-12)
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El anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión. «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca: conviértanse y crean en la Buena Nueva». (Mc 1, 15)
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La Transfiguración. «Y vino una voz desde la nube, que decía: “Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenle”». (Lc 9, 35)
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La institución de la Eucaristía. «Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, dando testimonio de su amor por la humanidad hasta el extremo». (Mt 26, 26-29)
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MISTERIOS DOLOROSOS
(Martes y Viernes)
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La oración de Jesús en el huerto de Getsemaní. «Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra». (Lc 22, 44)
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La flagelación de nuestro Señor Jesucristo. «Entonces Pilato tomó a Jesús y mandó a azotarle». (Jn 19, 1)
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La coronación de espinas. «Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza». (Jn 19, 2)
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Jesucristo con la cruz a cuestas por nuestros pecados. «Y Jesús, cargando su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario». (Jn 19, 17)
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La crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. «Lo crucificaron y con Él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio». (Jn, 19, 18)
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MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles y Domingo)
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La resurrección de nuestro Señor Jesucristo. «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado». (Lc 24, 5-6)
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La ascención del Señor a los cielos. «Mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo». (Lc 24, 51)
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La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. «Se les aparecieron unas lenguas como de fuego y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo». (Hch 2, 3-4)
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La Asunción de la Santísima Virgen a los cielos. «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!». (Lc 1, 45)
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La Virgen es coronada como Reina de Cielos y Tierra. «Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza». (Ap 12, 1)
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G: Dios te salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomiendo mi fe para que la ilumines, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre: Jesús.
R: Santa María...
G: Dios te salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto, en tus manos encomiendo mi esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre: Jesús.
R: Santa María...
G: Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto, en tus manos encomiendo mi caridad para que la inflames, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre: Jesús.
R: Santa María...
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G: Dios te salve María, templo, trono y sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.
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Terminados los 5 misterios se reza lo siguiente:
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SALVE REGINA
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T: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te Salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas. Ea! pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente,
oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
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ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
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San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica, y tú ¡Oh príncipe de la Milicia Celestial! Con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja en el infierno a satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Así sea.
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LETANÍAS LAURETANAS
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Señor, ten piedad de nosotros
R: Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
R: Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
R: Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
R: Cristo, óyenos
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Cristo, escúchanos
R: Cristo, escúchanos
Dios, Padre Celestial
R: Ten piedad de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo
R: Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios
R: Ten piedad de nosotros
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(Se responde: Ruega por nosotros)
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Santa María,
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre Virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la eterna sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa Mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina de la familia,
Reina de la Paz,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de México y de la humanidad.
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Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
R: Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
R: Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
R: Ten piedad y misericordia de nosotros
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ORACIONES FINALES
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Bajo tu amparo nos acogemos Santa madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros ¡Oh Virgen gloriosa y bendita! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud del alma y cuerpo, y por la Glorosia intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Señor Dios que nos dejaste la señal de Tu sagrada vida, pasión y muerte, la Sábana Santa en la cual fue envuelto Tu Cuerpo santísimo, cuando por José fuiste bajado de la Cruz, concédenos Señor ¡Oh piadosísimo Señor! Que por Tu muerte y sepultura santa, sean llevadas las almas de tus siervos a descansar a la gloria de la Resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, Dios por todos los siglos y de los siglos. Amén.
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CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
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¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día y para siempre
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón,
en una palabra todo mi ser, ya que soy todo(a) tuyo(a),
¡Oh Madre de bondad! Guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya. Amén.
G: Señor San José
R: Ruega por nosotros
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DESPEDIDA
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¡Dulce Madre!, no te alejes
tu vista de nosotros nunca apartes,
ven con nosotros a todas partes y
nunca solos nos dejes,
ya que nos proteges tanto
como verdadera Madre,
haz que nos bendiga
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.
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Para ganar indulgencia es posible obtenerla cumpliendo los requisitos generales que establece la Iglesia:
Confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
Se reza un Padre Nuestro y un Ave María por las benditas almas del purgatorio, para que Dios las saque de pena y las lleve a descansar.
Se recomenda leer en la Biblia:
Nuevo Testamento, los pasajes de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.
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ROSARIO DE LOS 7 DOLORES DE MARÍA
Se reza un Padrenuestro y siete Ave Marías por cada dolor de la Vírgen. Al mismo tiempo pedimos que nos ayude a entender el mal que hemos cometido y nos lleve a un verdadero arrepentimiento. Al unir nuestros dolores a los que María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo entero.
Acto de Contrición:
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.
(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)
Primer Dolor: La profecía de Simeón (cf. Lucas 2, 22-35)
Qué grande fue el impacto en el Corazón de María, cuando oyó las tristes palabras con la que Simeón le profetizó la amarga Pasión y muerte de su dulce Jesús. Querida Madre, obtén para mi un auténtico arrepentimiento por mis pecados.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Segundo Dolor : La huida a Egipto (Mateo 2, 13-15)
Considera el agudo dolor que María sintió cuando ella y José tuvieron que huir repentinamente de noche, a fin de salvar a su querido Hijo de la matanza decretada por Herodes. Cuánta angustia la de María, cuántas fueron sus privaciones durante tan largo viaje. Cuántos sufrimientos experimentó Ella en la tierra del exilio. Madre Dolorosa, alcánzame la gracia de perseverar en la confianza y el abandono a Dios, aún en los momentos más difíciles de mi vida.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Tercer Dolor: El Niño perdido en el Templo (Lucas 2, 41-50)
Qué angustioso fue el dolor de María cuando se percató de que había perdido a su querido Hijo. Llena de preocupación y fatiga, regresó con José a Jerusalén. Durante tres largos días buscaron a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo a través del Sacramento de la Reconciliación.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Cuarto Dolor: María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV estación del Vía Crucis)
Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta Madre, tan dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo arrastran a tan cruel muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron cuando sus ojos se encontraron - el dolor de la Madre bendita que intentaba dar apoyo a su Hijo. María, yo también quiero acompañar a Jesús en Su Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis hermanos y hermanas que sufren.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Quinto Dolor: Jesús muere en la Cruz (Juan 19, 17-39)
Contempla los dos sacrificios en el Calvario - uno, el cuerpo de Jesús, el otro, el corazón de María. Triste es el espectáculo de la Madre del Redentor viendo a su querido Hijo cruelmente clavado en la cruz. Ella permaneció al pie de la cruz y oyó a su Hijo prometerle el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras dirigidas a Ella fueron: “Madre, he ahí a tu hijo”. Y a nosotros nos dijo en Juan: “Hijo, he ahí a tu Madre.” María, yo te acepto como mi Madre y quiero recordar siempre que Tú nunca le fallas a tus hijos.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Sexto Dolor: María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-46)
Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo. Oh, Madre Dolorosa, nuestros corazones se estremecen al ver tanta aflicción. Haz que permanezcamos fieles a Jesús hasta el último instante de nuestras vidas.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Séptimo Dolor: Jesús es colocado en el Sepulcro (Juan 19, 38-42)
¡Oh Madre, tan afligida! Ya que en la persona del apóstol San Juan nos acogiste como a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros y alcánzanos las gracias que te pedimos en esta oración. Alcánzanos, sobre todo, oh Madre tierna y compasiva, la gracia de vivir y perseverar siempre en el servicio de tu Hijo amadísimo, a fin de que merezcamos alabarlo eternamente en el cielo.
Padrenuestro, 7 Ave Marías, Gloria al Padre …
Oración Final:
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
DEVOCIÓN
La devoción a los Siete Dolores de la Vírgen María se desarrolló por diversas revelaciones privadas.
La Virgen comunicó a Santa Brigida de Suecia (1303-1373):
“Miro a todos lo que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios.”
SÁBADO DE REPARACIÓN
La Santísima Virgen puso su mano sobre el hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas. El Niño le dijo: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para sacárselas."
Inmediatamente dijo Nuestra Señora a Lucía:
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación"
Lucía le habló (a Jesús) de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: "Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María".
¿Por qué 5 Sábados?
Después de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5 sábados de reparación: "Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
1- Blasfemias contra su Inmaculada Concepción.
2- Contra su virginidad.
3- Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.
4- Contra los que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada.
5- Contra los que la ultrajan directamente en sus sagradas imágenes.”
"He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas"
Señor mío Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero,
me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo,
sobre todo porque te ofendí a Ti,
que eres bondad infinita,
a quien amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente,
con tu gracia, enmendarme y evitar las ocasiones de pecado,
confesarme y cumplir la penitencia.
Confío me perdonarás por tu infinita misericordia.
Amén.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor; envía Señor Tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.
¡Oh Dios! Que iluminas los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a Tu Espíritu para gustar siempre del bien y gozar de Tus consuelos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Abrid Señor nuestros labios, para alabar y bendecir vuestro Santísimo Nombre y el de la purísima Virgen María. Purifica nuestro corazón de todos los pensamientos malos, vanos e impertinentes, ilustra nuestro entendimiento e inflama nuestra voluntad para que digna y devotamente, recemos el Santo Rosario y merezcamos ser oídos ante el acatamiento de
vuestra Divina Majestad, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoró profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Tabernáculos del mundo; en reparación por todos los ultrajes, con que el mismo es ofendido y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón y por la intercesión del Corazón Inmaculado de nuestra Madre Santísima, os pedimos la conversión de los pobres pecadores.
Dios mío yo creo, adoro, es por y os amo; os pido perdón por todos los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. (Se repite tres veces)
¡Oh Jesús! Es por Vuestro amor, por la conversión de los pobres pecadores y en reparación por los yo trajes cometidos contra el Corazón Inmaculado de Nuestra Madre Santísima.
PRIMER MISTERIO
Misterios de Gozo
1.- Encarnación. Mira, alma cristiana, qué humildad tan grande te enseña el Señor: siendo Dios se hace hombre, carga con todas las miserias humanas, se sujeta a todas las penalidades. Vistió con humildad, nunca con lujo; comió humildemente; huyó los honores; nunca se alabó; todas las alabanzas las dirigía a su Padre celestial. Aprende de Jesús a ser manso y humilde de corazón... Haz como la Santísima Virgen, que no obstante de ser sublimada a la dignidad casi infinita de Madre de Dios, se llama y se tiene por esclava, y es la que mejor ha imitado la humildad y mansedumbre de Jesús.
Misterios de Dolor
1.- Oración del Huerto. Mira, alma cristiana, a Jesús, puesto en la mayor tristeza, congoja y agonía; compadécete de Él, pregúntale cuál es la causa de tan grande pena, y te responderá que son tus pecados, y las penas que por ellos tienes merecidas; y queriendo Él pagar por ti, se ve agobiado por lo mucho que ve ha de sufrir; además, le aumenta la pena el saber tu poca gratitud y mala correspondencia. Detente, alma cristiana; compadécete de Jesús, arrepiéntete de tus pecados, al ver que con ellos has ofendido a un Dios tan bueno; trabaja para tu salvación y haz que en ti no se malogren las penas de tu divino Redentor.
Misterios de Gloria
1.- Resurrección. Mira, alma cristiana, cuán desfigurado estaba Jesús en el sepulcro, muerto y amortajado; pero tan pronto como resucita, deja mortaja y sudario en el sepulcro y sale triunfante y glorioso, sin jamás volver a morir. ¡Qué felicidad! ¡Qué hermosura! Los cristianos que reciben los santos sacramentos de penitencia y comunión con buena disposición, resucitan a la vida espiritual, cambiando la fealdad del pecado con la hermosura de la gracia. Así, alma cristiana, resucita de veras como Jesús, y deja todas las ocasiones de pecar... y te salvarás.
Padre Nuestro ... 10 Aves Marías
Gloria
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia...En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora
¡Oh Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús...En vos confío
Inmaculado Corazón de María...Inunda a toda la humanidad con las gracias de Tu Llama de amor
SEGUNDO MISTERIO
Misterios de Gozo
2.- Visitación. Alma cristiana, imita a María en las visitas que hagas, no murmures ni pierdas en ellas el tiempo; edifica con el buen ejemplo, y ejercer la caridad con los padres e hijos de la casa. Si los que visitas son pobres, socórrelos con lo que puedas; y en lo que no alcances, súplelo con las buenas palabras, consejos y oraciones, pues que no sólo de pan vive el hombre... Y debes saber que todo el bien que hagas a tus prójimos, el Señor en el día del juicio te lo elogiará y te lo premiará como si lo hubieras hecho a Él mismo.
Misterios de Dolor
2.- Flagelación. Jesús es inocente, y no obstante, le están azotando; es inocente, no tiene delitos propios, pero ha cargado con los tuyos; por ellos es tan cruelmente azotado... Yo soy el criminal, yo soy el que merezco esos azotes; haré penitencia todos los días de mi vida en remisión de mis pecados.
Misterios de Gloria
2.- Ascensión. Alma cristiana, piensa que no eres creada para la tierra, sino para el cielo; el cielo es tu patria; allí tienes a tu Padre, que es Dios; a tu Madre, que es María santísima; a tus hermanos, amigos y compañeros, que son los ángeles y santos. Tú eres sobre la tierra un peregrino, un viajero que siempre debes suspirar por terminar pronto y felizmente tu viaje y llegar a tu patria... Es este mundo un verdadero destierro y un triste valle de lágrimas. Ama a Dios de veras, desea con vivas ansias ir al cielo, prepárate con acopio de buenas obras, y está siempre dispuesto para partir, y el Señor, a no tardar, te llevará a la gloria, en donde serás feliz por toda la eternidad.
Padre Nuestro ... 10 Aves Marías
Gloria
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia...En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora
¡Oh Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús...En vos confío
Inmaculado Corazón de María...Inunda a toda la humanidad con las gracias de Tu Llama de Amor.
TERCER MISTERIO
Misterios de Gozo
3.- Nacimiento. Contempla, alma cristiana, la pobreza de Jesús; siendo riquísimo, y dueño del cielo y de la tierra, se priva de todo, y para que aun le falten las pequeñas comodidades que podría haber tenido en la casa de Nazaret, quiere nacer en Belén... Es preciso que nazca en una cueva desabrigada y falta de todo alivio, en una noche de invierno, sin lumbre ni abrigo alguno. Aprende de la Sagrada Familia a no quejarte cuando te veas despreciado; no te desconsueles cuando te veas sin recurso de ninguna especie... Piensa que así se halló Jesús; dale gracias porque te hace participante de sus penas, esperando que un día serás compañera de sus glorias. Si posees riquezas, no tengas pegado a ellas tu corazón: socorre con ellas a los pobrecitos, ya que por esto el Señor te las ha confiado.
Misterios de Dolor
3.- Coronación de espinas. Admira, alma cristiana, la paciencia de Jesús en sufrir una corona tan dolorosa... Compadécete de Jesús, adórale por tu verdadero rey, guarda sus santas leyes, imita sus virtudes de paciencia, sufrimiento, y por lo tanto, cuando te veas perseguido, burlado, despreciado y calumniado, súfrelo con paciencia como Jesús, y de esta manera conseguirás la corona de la gloria.
Misterios de Gloria
3.- El Espíritu Santo. A la venida del Espíritu Santo los apóstoles quedaron llenos de la gracia que les dio... He aquí lo que debes hacer tú, alma cristiana: a todos se comunica la gracia, a unos de un modo, a otros de otro; lo que importa es ser siervo bueno y fiel, no tener escondido el talento, negociar con él hasta que venga el Señor y pedirnos cuenta y a darnos el premio; y tanto mayor será la paga que se nos dará, cuanto haya sido más profunda nuestra humildad, más constante nuestro trabajo y más heroica nuestra paciencia.
Padre Nuestro ... 10 Aves Marías
Gloria
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia...En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora
¡Oh Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús...En vos confío
Inmaculado Corazón de María...Inunda a toda la humanidad con las gracias de Tu Llama de Amor.
CUARTO MISTERIO
Misterios de Gozo
4.- Presentación. Para enseñarnos la obediencia a las santas leyes de la religión se sujetan a ellas el Hijo y la Madre Virgen. Alma cristiana, aprende de Jesús y de María a obedecer las santas disposiciones y leyes de la Iglesia; guarda sus mandamientos, oye misa, confiesa, comulga... Jesucristo y María, pudiéndose excusar de aquellas leyes antiguas, no se excusan, las cumplen puntualmente, y tú buscas excusas en donde no las hay, dejándote engañar por la pereza, por la soberbia, por los respetos humanos y por la irreligión.
Misterios de Dolor
4.- Cruz a cuestas. Alma cristiana, en la persona del enfermo, o del afligido con la cruz de los trabajos y penas, has de mirar la persona de Jesús, y con la reflexión imita a las hijas de Jerusalén; compadécete de Él; imita a la Verónica, enjúgale al pobre paciente, enjúgale sus lágrimas y sudores con las tocas de la caridad. Imita, además, a Simón de Cirene; ayúdale a llevar la cruz. Acompáñale como María Santísima, y no le desampares jamás hasta la muerte. ¡Oh, qué mérito tan grande contraerás para la gloria del Cielo!
Misterios de Gloria
4.- Asunción. Alma cristiana, imita a María santísima, sé fiel a la gracia, camina siempre a la perfección, nunca digas basta, ni vuelvas atrás por el pecado; siempre has de perseverar y seguir adelante en el camino de la virtud; no te espantes por tropiezos, no te arredres por enemigos, no te detengas por respetos humanos. Todos los días oye misa, si puedes; reza el rosario, lee algún libro bueno, anda siempre en la presencia de Dios, y ofrécele todas tus obras o sufrimientos... y si en este bien obrar eres perseverante hasta el fin, tendrás una buena y feliz muerte, y después la corona de la gloria, que tanto debes desear.
Padre Nuestro ... 10 Aves Marias
Gloria
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia...En la vida y en la muerte amparamos gran Señora
¡Oh Jesus mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús...En vos confío
Inmaculado Corazón de María...Inunda a toda la humanidad con las gracias de Tu Llama de Amor.
QUINTO MISTERIO
Misterios de Gozo
5.- El Niño Perdido. Sin culpa la Virgen y San José perdieron a Jesús; al instante le buscaron, y no reposaron hasta que le hallaron. Alma cristiana, aprende de María y de José la diligencia que has de tener en buscar a Jesús cuando le hayas perdido por el pecado... ¡Oh, si supieras que el perder la gracia de Jesús es mayor pérdida que si perdieras todas las riquezas del mundo! ¡Ah, si reflexionaras que además has perdido las riquezas del cielo, y te has hecho merecedor del infierno! ¡Ah, cómo llorarías, cómo buscarías a Jesús con la solicitud de José y de María!... Tú también lo hallarás en el templo; sí, en el templo lo hallarás, recibiendo bien los santos sacramentos de penitencia y comunión.
Misterios de Dolor
5.- Crucifixión. Sabe, oh alma cristiana, que nadie tiene mayor amor que el que da la vida por el amado: pues Jesús la ha dado por ti; mira si te ama; amor con amor debe pagarse: ámale de veras. Le amarás si guardas sus mandamientos, y si recibes bien y con frecuencia los santos sacramentos... Imita a Nicodemo y a José de Arimatea, que desclavaron de la cruz a Jesús; esto harás tú cuando recibas el sacramento de la penitencia. Dice San Pablo que el que peca, vuelve a crucificar a Jesús; luego el que se confiesa, lo desclava. Mas José de Arimatea le dio su sepulcro para sepultarlo; tú le darás tu corazón, en el que le colocarás y tendrás por medio de la comunión, con los aromas de las virtudes de la fe, esperanza, caridad y humildad.
Misterios de Gloria
5.- Coronación de María. Alma cristiana, levanta la vista de la consideración; fíjala en aquel trono de majestad y grandeza colocado a la derecha del Rey: allí está sentada María, y coronada por Reina y emperatriz de cielos y tierra, y abogada de pecadores... No se dispensa gracia alguna que no pase por sus manos: a Ella se le ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Esa Señora tan poderosa es tu Madre la más tierna y cariñosa; confía en Ella, acude a Ella en todas tus necesidades, ámala con fervor, sírvela con fidelidad, obséquiala con devoción. Te doy palabra que si eres devoto verdadero de María, y eres perseverante en su devoción, alcanzarás en este mundo todas las gracias que necesitas, y en el otro la eterna gloria, que tanto te deseo. Amén.
Padre Nuestro ... 10 Aves Marías
Gloria
María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia... En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora
¡Oh Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús...En vos confío
Inmaculado Corazón de María...Inunda a toda la humanidad con las gracias de Tu Llama de Amor.
Guia: Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra Fe para que la Ilumines, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es es fruto de Tú vientre Jesús,
Todos: Santa María...
Guía: Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra Esperanza para que la alientes, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús,
Todos: Santa María...
Guia: Dios te salve María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del Parto, en tus manos encomendamos nuestra Caridad para que la inflames, las necesidades de Tu obra y las nuestras para que las remedies y las almas de toda la humanidad para que las salves, llena eres de gracia el Señor es contigo bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre Jesús,
Todos: Santa María…
Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve a Ti llamamos, los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea!, pues, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús fruto bendito de tu vientre, ¡oh clemente!, ¡oh piadosa!, ¡oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
LETANÍAS
Señor, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre Celestial
Ten Piedad de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo
Ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo
Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios
Ten piedad de nosotros
Santa María Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre de Jesucristo
Madre de la Iglesia
Madre de la misericordia
Madre de la Divina Gracia
Madre de la esperanza
Madre purísima
Madre castísima
Madre siempre Virgen
Madre Inmaculada
Madre amable
Madre admirable
Madre del buen consejo
Madre del Creador
Madre del Salvador
Virgen digna de veneración
Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa
Virgen clemente
Virgen fiel
Espejo de justicia
Trono de la eterna sabiduría
Causa de nuestra alegría
Vaso espiritual
Vaso digno de honor
Vaso insigne de devoción
Rosa Mística
Torre de David
Torre de marfil
Casa de oro
Arca de la alianza
Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos
Refugio de los pecadores
Consoladora de los afligidos
Auxilio de los cristianos
Reina de Los Ángeles
Reina de los Patriarcas
Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los Mártires
Reina de los Confesores
Reina de las Vírgenes
Reina de todos los Santos
Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los Cielos
Reina de la familia
Reina de la paz
Reina del Santísimo Rosario
Reina de México de la humanidad
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Todos: Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Todos: Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Todos: Ten piedad y misericordia de nosotros
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!
Ruega por nosotros santa madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro señor Jesucristo. Amén
Te rogamos Señor, infundas Tu Gracia en nuestras almas para los que por el anuncio del Ángel hemos conocido la encarnación de tu hijo Jesucristo, por Su Pasión y Su Cruz, seamos llevados a la gloria de la Resurrección, por el mismo Jesucristo nuestro señor. Amén
Señor Dios que nos dejaste la señal de Tu sagrada vida, pasión y muerte, la Sábana Santa en la cual fue envuelto tu cuerpo santísimo, cuando por José fuiste bajado de la Cruz, concédenos Señor ¡Oh piadosísimo Señor que por tu muerte sepultura santa, sean llevadas las almas de vuestros siervos a descansar a la gloria la resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos, Amén.
Consagración a la santísima virgen
¡Oh señora mía! ¡Oh Madre mía! yo me ofrezco enteramente a vos y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día y para siempre: mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser, ya que soy toda vuestra, ¡Oh madre de bondad!, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión vuestra. Amén.
Señor San José....Ruega por nosotros
SAN MIGUEL ARCÁNGEL defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde súplica; y tu ¡Oh Príncipe de la milicia celestial! Con la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno a satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas, Así sea.
DULCE MADRE no te alejes, tu vista de nosotros nunca apartes, ven con nosotros a todas partes y nunca sólo nos dejes, ya que nos proteges tanto como verdadera Madre, haz que nos bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
REPARACIÓN SABATINA EN HONRA DEL CORAZÓN DE MARÍA
ORACIÓN
¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan vuestro santísimo Nombre y vuestras excelsas prerrogativas! Aquí tenéis postrado a vuestros pies, un indigno hijo vuestro, que, agobiado por el peso de sus propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con ánimo de resarcir las injurias que, a modo de penetrantes flechas dirigen contra Vos hombres insolentes y malvados. Deseo reparar con este acto de amor y rendimiento, que hago delante de vuestro amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto Nombre, todos los agravios que se infieren a vuestras excelsas prerrogativas y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia. Acepta, oh Corazón Inmaculado esta pequeña demostración de mi filial cariño y justo reconocimiento, junto con el firme propósito que hago de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y vuestras glorias. Concédeme, oh Corazón amabilísimo, que viva y crezca incesantemente en vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la gloria. Amén.
Se piden las gracias que se desean conseguir por intercesión del Inmaculado Corazón de María.
Para obtener las gracias que hemos pedido, haremos las siguientes deprecaciones.
DEPRECACIONES
I.- Os venero, amabilísimo Corazón de María, que ardéis continuamente en vivas llamas de amor divino; por él suplico, Madre mía amorosísima, abraséis mi tibio corazón en ese divino fuego en que estáis toda inflamada.
Rezar Avemaría y Gloria.
II.- Os venero, purísimo Corazón de María, de quien brota la hermosa azucena de virginal pureza. Por ella os pido, Madre mía inmaculada, purifiquéis mi impuro corazón, infundiendo en él la pureza y castidad.
Rezar Avemaría y Gloria.
III.- Os venero, afligidísimo Corazón de María, traspasado con la espada de dolor por la pasión y muerte de vuestro querido Hijo Jesús, y por las ofensas que de continuo se hacen a su divina Majestad; dignaos, Madre mía dolorida, penetrar mi duro corazón con un vivo dolor de mis pecados y con el más amargo sentimiento de los ultrajes e injurias, que está recibiendo de los pecadores el divino Corazón de mi adorable Redentor.
Rezar Avemaría y Gloria.
Jaculatorias
¡Oh Corazón Inmaculado de María, compadécete de nosotros!
¡Refugio de pecadores, ruega por nosotros!
¡Oh dulce Corazón de María, se la salvación mía!
SE LEE LA BIBLIA